Liborio Noval, fotógrafo, en su casa de La Habana, Cuba © Héctor Garrido |
Nací como fotógrafo en el blanco y negro. Heredé esa forma de trabajar de mi madre, fotógrafa, junto con sus equipos en desuso. Durante mucho tiempo experimenté con las texturas de los grises, con el granulado de los carretes forzados, con la temperatura del líquido revelador y me extasié bajo la luz roja y la inhalación de los vapores químicos del laboratorio. Pero luego seguí explorando más allá y encontré la magia de un filo dorado en un contraluz, las diferencias de los verdes a través de ligeros cambios de ángulo con respecto al sol y, finalmente, la métrica, la rima y la musicalidad del tono de la piel…y me perdí. Pero siempre sigo tentado por la gama de grises, por la profundidad de los negros y por la infinita elocuencia del blanco puro.
Texto y fotografía: Héctor Garrido. En la fotografía: Liborio Noval, fotógrafo cubano, en su casa de La Habana, Cuba.
I was born as a photographer in black and white. I inherited that way of working from my mother, photographer, along with her disused equipment. For a long time I experimented with the textures of the grays, with the granules of the forced reels, with the temperature of the developer liquid and I was ecstatic under the red light and the inhalation of the chemical vapors of the laboratory. But then I continued exploring further and found the magic of a golden edge in a backlight, the differences of the green ones through slight changes of angle with respect to the sun and, finally, the metric, the rhyme and the musicality of the tone of the skin … and I got lost. But I am always tempted by the range of grays, the depth of the blacks and the infinite eloquence of pure white.
Text and photography: Héctor Garrido. In the photograph: Liborio Noval, Cuban photographer, at his home in Havana, Cuba.