Una de las facetas menos conocidas de mi trabajo es el dibujo de caricaturas animales salvajes. Es una afición que creció en el tedio de las interminables clases en el colegio y que me ha acompañado siempre. Un puñado de personajes protagonistas han narrado con sus peripecias miles de anécdotas ilustradas que han terminado siendo regaladas a los niños que se quedaban fascinados mientras los dibujaba. Durante unos años ilustraron un coleccionable que realicé para un periódico donde mezclaba la divulgación científica con el humor para niños. Un día a la semana, junto al periódico recibían una nueva historia donde un zorro, un tejón y un erizo (entre otros héroes) explicaban por qué las gaviotas se posan todas mirando hacia el mismo lugar, cómo construye el nido un flamenco o cuál es el mamífero más diminuto del mundo. La mayoría de los dibujos que realicé durante tantos años se han ido perdiendo, pero aún conservo algunos. Para mí son pequeños tesoros. Esos animalitos con botas de campo y modales de humanos son parte de mi familia. Son estos…
© dibujos: @hectorgarridophoto